En la obra se representa a una joven alumna recibiendo la lección de música a la que alude el título. Es una obra representativa del autor: escena de interior, con pocos personajes, iluminada desde la izquierda, procurando representar con exactitud la perspectiva, como se ve en la mesa, la silla y la viola da gamba en el suelo.
En una habitación iluminada en pleno día, una mujer de espaldas, contra la pared del fondo, toca la espineta, mientras la escucha un hombre que se encuentra a su lado, de pie. En la tapa del instrumento puede leerse: «La música es compañera de la alegría y medicina para los dolores». Por encima de la mujer se ve un espejo, en la pared, que refleja su rostro. La luz natural penetra a través de las ventanas de la parte izquierda del cuadro, incidiendo en las superficies alisadas, arrancando brillos a la seda de la alfombra o al cobre que se refleja sobre la jarra de porcelana blanca.
Vermeer transmite con su gran detallismo la calidad táctil de las distintas superficies: el mármol, la seda o el terciopelo.

http://es.wikipedia.org/wiki/La_lección_de_música_(Vermeer)
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